La
Cumbre de Río+20 condena a la gente y al planeta
Los acuerdos alcanzados dejan el
camino libre a las grandes empresas
Amigos de la Tierra Internacional
condena el acuerdo al que han llegado los jefes de estado en
la Declaración de Río +20. Una vez más, se pone en
venta: las personas y la naturaleza . El acuerdo, como ya se esperaba, está
muy lejos de la acción necesaria para abordar las crisis
planetarias que afrontamos, , y no contempla ninguna de las
soluciones planteadas por la sociedad civil en la Cumbre de
los pueblos [1].
Esta declaración de mínimos se debe
principalmente a la influencia que ejercen los lobbies
empresariales en Naciones Unidas, tal y como ha estado
denunciando Amigos de la Tierra con su informe “Liberamos a
la ONU de la cooptación empresarial” [2]. Por lo
contrario, la
sociedad civil ha hecho su parte saliendo a la calle para
exigir un acuerdo justo, y junto a algunos países del Sur
Global han impedido una declaración, que nos hubiera
colocado en una situación mucho peor que la de hace 20 años.
Amigos de la Tierra ha desempeñado un
papel clave en la Cumbre alternativa. Este espacio apoyado
por unas 200 organizaciones de la sociedad civil, durante 9
días (y no solo 3 como la cumbre), ha dado respuestas a las
crisis, debatiendo y proponiendo ideas para el cambio que
necesitamos. “Entre las propuestas, la Soberanía
alimentaria, la justicia climática y económica, se han
constituido como parte de las soluciones al panorama
medioambiental y social, presente y futuro, señaló Nnimmo
Bassey, presidente de Amigos de la Tierra Internacional.
“Junto a nuestros aliados, continuaremos
denunciando los procesos de toma de decisiones que vienen
determinados por el sector privado, sin que se escuche al
99% de la gente”, señaló Lucía Ortiz, “la gente que está en
la cumbre alternativa, pero también a los “indignados” de
todo el mundo”, agregó.
Análisis de los elementos clave
en la declaración de Río
Economía verde:
La Unión Europea ha sido una de las
defensoras de la “economía verde” al servicio de los
sectores económicos y financieros y uno de los principales bloques que
buscaba imponer la propuesta de las grandes empresas en la
Declaración, presentándola como una herramienta
indispensable para avanzar hacia el desarrollo sostenible.
Sin embargo, la sociedad civil y algunos países han frenado
esta imposición, permitiendo, de momento, que cada gobierno
defina sus políticas para lograr un economía justa y
sostenible.
Lamentablemente, la “economía verde”
todavía está reconocida en la Declaración como un instrumento
clave en la declaración, y no recoge como causas de las
crisis ambiental, social y económica los patrones de consumo
de los países industrializados, quienes deberían asumir su
papel de responsabilidad y ser los primeros en tomar medidas
para empezar a consumir y producir de forma sostenible. La
Declaración tampoco es capaz de reconocer que las empresas
multinacionales son unas de las principales causas de estas
múltiples crisis a escala planetaria, éstas siguen estando
al margen, y con una situación privilegiada en las políticas
mundiales.
Los principios de Río
Los principios de Río
La declaración de Río+20 corrobora los
llamados “Principios de Río” firmados en la Cumbre de La
Tierra en 1992, sin ir más lejos en sus compromisos
adquiridos.
El acuerdo ignora la necesidad de que los países industrializados admitan su deuda ecológica, a través de la creación de un fondo de financiación y la transmisión de tecnología.
El acuerdo ignora la necesidad de que los países industrializados admitan su deuda ecológica, a través de la creación de un fondo de financiación y la transmisión de tecnología.
A su vez, la declaración de Río+20 no
aborda uno de los principales problemas de la crisis, ir
poniendo fin de forma progresiva a los combustibles fósiles
por una transición justa a una economía baja en carbono.
Control empresarial de la ONU
La Declaración de Río+20 sigue considerando voluntaria la rendición de cuentas en materia de sostenibilidad por parte de las empresas, enfoque ya presente hace 10 años y que se ha demostrado absolutamente insuficiente para abordar correctamente los abusos y crímenes de las empresas.
De manera desafortunada, la Declaración de Río pone un acento desmesurado en la contribución del sector privado en cuanto a financiación: estipula que los gobiernos deberían apoyar iniciativas que "promuevan la contribución del sector privado" y sólo hace referencia a la movilización de fondos públicos en relación a acuerdos colaboración público-privado.
La Declaración de Río no incluye ninguna de las peticiones presentes en la Declaración de Amigos de la Tierra Internacional y otras organizaciones, hecha pública el 4 de junio, y firmada por más de 400 organizaciones de todo el mundo. Algunas de estas peticiones son: limitar el papel privilegiado que se le otorga en la actualidad al sector privado en las negociaciones oficiales y decisiones políticas de la ONU; poner límites al peso de "empresa e industria" en el grupo principal que se supone asegura la participación de la sociedad civil; transparencia sobre todas las relaciones y vínculos existentes entre la ONU y el sector privado; el establecimiento de un código de buena conducta para los funcionarios de la ONU; la revisión de los acuerdos de asociación con empresas y paralizar cualquier nuevo acuerdo de este tipo; un incremento de la transparencia sobre la presión empresarial; el establecimiento de un régimen jurídicamente vinculante que permita exigir a las empresas la rendición de cuentas de cara a la legislación en materia de derechos ambientales, humanos y laborales.
Más información:
Portavoces de Amigos de la Tierra Internacional en Río de Janeiro
La Declaración de Río+20 sigue considerando voluntaria la rendición de cuentas en materia de sostenibilidad por parte de las empresas, enfoque ya presente hace 10 años y que se ha demostrado absolutamente insuficiente para abordar correctamente los abusos y crímenes de las empresas.
De manera desafortunada, la Declaración de Río pone un acento desmesurado en la contribución del sector privado en cuanto a financiación: estipula que los gobiernos deberían apoyar iniciativas que "promuevan la contribución del sector privado" y sólo hace referencia a la movilización de fondos públicos en relación a acuerdos colaboración público-privado.
La Declaración de Río no incluye ninguna de las peticiones presentes en la Declaración de Amigos de la Tierra Internacional y otras organizaciones, hecha pública el 4 de junio, y firmada por más de 400 organizaciones de todo el mundo. Algunas de estas peticiones son: limitar el papel privilegiado que se le otorga en la actualidad al sector privado en las negociaciones oficiales y decisiones políticas de la ONU; poner límites al peso de "empresa e industria" en el grupo principal que se supone asegura la participación de la sociedad civil; transparencia sobre todas las relaciones y vínculos existentes entre la ONU y el sector privado; el establecimiento de un código de buena conducta para los funcionarios de la ONU; la revisión de los acuerdos de asociación con empresas y paralizar cualquier nuevo acuerdo de este tipo; un incremento de la transparencia sobre la presión empresarial; el establecimiento de un régimen jurídicamente vinculante que permita exigir a las empresas la rendición de cuentas de cara a la legislación en materia de derechos ambientales, humanos y laborales.
Más información:
Portavoces de Amigos de la Tierra Internacional en Río de Janeiro
Lucia Ortiz, Coordinadora del Programa Justicia Económica de Amigos de la Tierra Internacional (en Brasil) Tel: + 55 51 98 41 87 07 o +55 21 6968 7826 o email lucia@natbrasil.org.br
Nnimmo Bassey, presidente de Amigos de la Tierra Internacional: Tel: +55 21 69 68 78 24 (celular en Brasil válido del 15 al 23 de junio) o +234 803 727 4395 (celular de Nigeria), o email Nnimmo@eraction.org
Responsable de prensa de Amigos de la Tierra en España:
Teresa Rodríguez
Pierrard, 680 936 327 , prensa@tierra.org
Notas:
[1] Las soluciones de la Cumbre de los Pueblos
Notas:
[1] Las soluciones de la Cumbre de los Pueblos
- La implantación de energías
renovables a pequeña escala y local
- Invertir en eficiencia y ahorro energético
- La soberanía alimentaria para abastecer las necesidad locales de alimentación
- El establecimiento de una tasa financiera
- La implementación de normas vinculantes para el sector privado, que eviten comportamientos dañinos para el medio ambiente y las personas.
- Invertir en eficiencia y ahorro energético
- La soberanía alimentaria para abastecer las necesidad locales de alimentación
- El establecimiento de una tasa financiera
- La implementación de normas vinculantes para el sector privado, que eviten comportamientos dañinos para el medio ambiente y las personas.
-- AMIGOS DE LA TIERRA C/ Jacometrezo 15 5º J 28013 Madrid Tel: +34.91.306.9900 Móv: +34.680.936.327
No hay comentarios:
Publicar un comentario